dimecres, 23 de desembre del 2009

Today, forever, tomorrow...


Literatura

Botchan de Natsume Soseki és la lectura que he llegit recentment.
M'ha emocionat. Tinc la sensació que l'he llegit en un moment adequat de la meva vida, que s'emmarca en aquest moment concret, i no en cap altre més. I que possiblement, si l'hagués llegit abans, no m'hi hagués implicat emocionalment com ho he fet, però si ho hagués fet posteriorment la sensació hagués sigut una altra, marcada per l'experiència de tota persona.
És potser una visió romàntica de veure les coses. Però és cert que sol passar que quan descobreixes/coneixes alguna cosa, després no pares de trobar referents que t'hi fan referència, pensar, eludir...  sempre em pregunto si es casualitat, o és fruit de la retenció en la memòria, font de coneixement.
L'edició de Impedimenta, traduit per José Pazó Espinosa i amb un pròleg de Andrés Ibáñez, dota a l'exemplar d'una peça exclusiva a qualsevol biblioteca.

Vaig subratllar alguns fragments que deixo aquí escrits.

Pero qué extraño es el mundo: alguien que te cae muy mal te trata con amabilidad, mientras que uno que parece ser tu amigo te acaba jugándotela. !No entendía nada!

que cuando aceptas una invitación, bien sea de un sorbete, de una taza de té o de lo que sea, lo que haces en realidad es decirle a la otra persona que le tienes respeto y que la aprecias.  La gratitud que sientes en el corazón cuando aceptas una invitación, es una forma de devolver esa invitación con algo que va más allá del dinero, o de lo que el dinero puede comprar (...)


¿cómo te atreves a juzgarme por lo que otro haya dicho sobre mí? Si el casero tiene algun problema conmigo, lo que tiene que hacer es decírmelo directamente. ¿ Cómo te atreves a dar por sentado que lo que te dice cualquiera es verdad, para luego reprochármelo de ésta forma?


Educar no es solo impartir conocimientos. Educar es también forjar carácteres nobles, rectos y  con fuertes principios en los que no cabe la vulgaridad, la superficialidad y la arrogancia. Modificar lo que debemos hacer por temor a que sea contraproducente o a una respuesta exagerada, significa renunciar a nuestro cometido.


Si el mundo era así, sólo me quedaba encerrarme en mí mismo, e intentar que no me engañaran. Pensándolo bien, si vivir el robo es la única manera de poder comer tres veces al día, hay que preguntarse si merece la pena vivir. Por otra parte, quitarse la vida cuando se goza de buena salud es un deshonor para tus ancestros, además de muy negativo para la propia reputación.


siempre he sido una persona afable, y hasta ese momento nada me había preocupado demasiado, pero había bastado un mes en aquella ciudad para hacerme comprender que el mundo no era tan apacible como yo creía. No me había ocurrido nada terrible, pero sentía como si hubiera envejecido cinco o seis años